¡Déjate mimar por el sol!

Sí, has leído bien: déjate mimar por el sol. Porque ahora que la primavera está cada vez más cerca, es un buen momento para disfrutarlo, todo el tiempo que podamos… ¡Sobre todo porque aún quedarán días grises en el invierno! ¿Y qué mejor que un bonito día para animar a cualquiera? Y es que, aunque en exceso sus radiaciones tienen efectos nocivos para nuestra piel y pese a que son causa de la mayoría de causas de envejecimiento prematuro, es indispensable en nuestra vida. Te contamos por qué:
Vitamina D, fuente de vida
La vitamina D que nuestro cuerpo produce gracias al sol, es clave para poder sintetizar el calcio de nuestro organismo. Es necesaria, por tanto, para mantener nuestros huesos fuertes. Además, favorece nuestro sistema inmunológico, lo que nos ayuda a hacer frente y a prevenir esas gripes y catarros que nos acechan cada año.
Presión sin presión
La presión arterial se reduce con el sol, y por tanto, se previenen dolencias como la hipertensión. Además, se reduce el volumen de sangre concentrada en los órganos, favoreciendo la circulación.
Sueño placentero
Los rayos del sol, tomados con precaución y en su justa medida, regulan la producción de melatonina: la hormona que nos ayuda a definir los ciclos del sueño. La luz solar reduce sus niveles, lo que nos hace sentirnos enérgicos y más despiertos. ¿Sabías que si no fuera por el sol nuestros ciclos de sueño se alterarían? Eso haría, por ejemplo, que padeciéramos insomnio y dolencias relacionadas con la falta de descanso como el estrés.
Buen humor
El buen tiempo trae consigo radiaciones solares y éstas promueven la síntesis de la serotonina: una sustancia a la que llaman «la hormona de la felicidad». Por tanto, el sol nos aporta bienestar, felicidad y nos hace sentirnos mejor cuando estamos de mal humor o tristes e incluso, ¡ser más optimistas!
Radiación ultravioleta, ¿la gran enemiga?
En los últimos años se ha vivido una auténtica demonización de la radiación ultravioleta que, sin embargo, es necesaria para que, por ejemplo, las plantas o los árboles (los cuales nos proporcionan oxígeno a nosotros) realicen la fotosíntesis. También es la encargada de que nosotros sinteticemos la vitamina D. Obviamente, tomarla en exceso y sin el protector debido, puede desencadenar los efectos nocivos que todos conocemos, pero… ¿Por qué evitarlo si puedes reconciliarte con el sol?
Reconcíliate con el sol
Para disfrutar de todos los beneficios que trae consigo el sol, es necesario ser conscientes de sus efectos, tanto nocivos como beneficiosos, para nuestra salud. Aquí van algunos tips para tomarlo con precaución y sobre todo, ¡para disfrutarlo de forma saludable!
- Para que el sol te aporte los beneficios que necesita tu organismo, necesitarás recibirlo de 5 a 10 minutos diarios.
- Evitando el sol en las horas centrales del día, sobre todo en verano, cuando los rayos son más perpendiculares, estaremos evitando casi todos sus efectos nocivos (relacionados con los radicales libres, las quemaduras o el foto-daño).
- Para disfrutar adecuadamente del sol, introduce en tu rutina una crema hidratante con factor de protección solar y, antes de salir de casa, aplícala sobre las zonas más expuestas (rostro, cuello, escote y manos).
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