«¡Qué guapa estás hoy!», «¡Qué bonito tienes el pelo! ¿Te has hecho algo?», «¡Qué bien te sienta ese color!«… Ay, ¡benditas esas frases que, de cuando en cuando, nuestra pareja, nuestros compañeros de trabajo o nuestros amigos nos dedican. Y es que, seguro que estáis de acuerdo con nosotras en que hay días que, os miráis al espejo y os veis más guapas, con buena cara, con el pelo mejor o con la piel más luminosa. Esos días son los típicos (aunque menos frecuentes de lo que nos gustaría) en los que tenemos «el guapo subido». Y cuando nos vemos bien, nos sentimos bien y salimos de casa con ganas de comernos el mundo. Pero… ¿Y si todos los días pudiéramos salir de casa con esa sensación? A veces sólo hace falta incorporar algunos cambios, leves pero muy efectivos, en nuestra rutina de mañana. ¡Hoy te damos 5 que son clave! Atenta:

No te saltes del desayuno

Todo el mundo lo dice y es verdad: el desayuno es la comida más importante del día. ¿Por qué? Desde el punto de vista fisiológico, es la primera comida que hacemos tras un ayuno prolongado (el de las horas de sueño), en el que muchas de nuestras funciones «se duermen», pero otras siguen trabajando y necesitan que, en cuanto despertemos, les aportemos la energía que necesitan para afrontar el día. Además, los alimentos que ingerimos en el desayuno, forman el 30% de los nutrientes esenciales que vamos a consumir en todo el día, ¡y eso es mucho! Con lo cual, en el desayuno le estás aportando a tu cuerpo energía, nutrientes y vitaminas que, indudablemente, se van a reflejar en tu estado de ánimo y también en tu belleza. ¡Todo va unido!

¡Adiós sueño!

En medio de las legañas y los bostezos no hay a quien se le suba el guapo, por eso es importante que te despereces bien cuando te levantes y le digas adiós al sueño (a menos hasta la noche). Ir al baño, beber un vaso de agua en ayunas, tratar de no retrasar el despertador (¡aunque nos encante!) o dedicar un par de minutos a estirarte y a despertar los músculos y los huesos, es fundamental para que el sueño se quede donde debe quedarse: en la cama.

¡A tope de música y a cumplir tus metas!

La música es importante para ponerse en sintonía (y nunca mejor dicho) con la vida. Ponte esa canción que siempre te levanta el ánimo o una playlist que sepas que, nada más escucharla, te va a dar ganas de salir a la calle de buen humor (aunque fuera haga un tiempo de perros…). Además, puedes permanecer motivada durante el día, si logras fijarte las metas y objetivos que quieres cumplir en tu jornada. ¡Motívate a base de pequeños premios al conseguirlas!

Ducha salvadora

Aunque seas más de ducha nocturna y aunque, ahora en invierno, sea probablemente lo que menos te apetezca, las duchas matutinas consiguen despejarte y ponerte de buen humor. Nada mejor como una buena enjabonada para despertar cada milímetro de piel. ¡Eso sí! Resérvate unos minutos extra para aplicar bien la crema tras la ducha o para secarte el pelo. Guapa sí, ¡pero no queremos que cojas una pulmonía!

Pequeños trucos, grandes resultados

Y por último, aquí va una ráfaga de pequeños tips. ¡Atenta!

• Piensa en la ropa que vas a ponerte en el día, la noche anterior: así ahorrarás tiempo por las mañanas y podrás combinar mejor, buscar prendas que haga tiempo que no te pones o ser más creativa en tu outfit.
• Un toque de polvos bronceadores: ya sabes que SOMOS PARTIDARIAS DE LOS POLVOS BRONCEADORES incluso en invierno. ¡Son perfectos para un efecto buena cara total!
• Masaje facial: un masaje facial a primera hora de la mañana, puede ayudarte a que tu piel luzca más radiante el resto del día.
• Colorete aliado: un poco de colorete disimulará cualquier resto de cansancio en tu rostro. Apuesta por el tono melocotón (intermedio entre rosa y naranja), para que se adapte al 100% a tu tono de piel y quede muy natural.