Cada año se repite. Termina el verano, llueve un par de veces y, sin darnos cuenta, nos vemos envueltas en la vorágine de cenas, comidas y más cenas navideñas: con la empresa, con tus amigas, en Nochebuena… ¿Cómo puede ser que en menos de 2 semanas nos saltemos a la torera todos hábitos de alimentación healthy que nos hemos marcado (¡y lo que ha costado!) a lo largo del año? Probablemente, porque en esta época siempre pensamos «no pasa nada, ¡es Navidad!» y es cierto: tampoco hay que obsesionarse. Pero eso sí, los excesos nunca son buenos… ¡Y sobre todo no desaparecen en enero por arte de magia! Así que hoy, para que las fiestas no te pillen desprevenida, aquí van unos cuantos trucos para librarte del too much esta Navidad. ¡Atenta!

Acostúmbrate a merendar

¿Puede ser que el primer consejo contra los excesos en la comida esta Navidad sea comer? ¡Pues sí! Y es que, si te acostumbras a merendar cada día, no llegarás con hambre a las cenas de Navidad (o al menos, llegarás mucho más saciada), lo que de primeras es bueno para evitar atracones o ansiedades indeseadas. ¿Nuestra opción favorita? ¡Un rico smoothie de frutas! Perfecto para aportarle nutrientes, vitaminas y (mucha) energía a tu cuerpo.

Cuanto más mastiques, mejor

En nuestro día a día apenas nos paramos a masticar y saborear la comida. Las prisas y el estrés, sin embargo, no tienen lugar en Navidad (o al menos no debería). Así que aprovéchate de ello y mastica la comida tantas veces como puedas antes de tragarla, ¡cuanto más mejor! Así, con los alimentos bien triturados, tus digestiones serán mucho menos pesadas.

¡No pierdas el cardio!

Una cosa es que en Navidad nos relajemos y otra que dejemos de lado nuestra rutina fitness de todo el año. Te sugerimos, aunque no vayas al gimnasio, que salgas a correr o que hagas ejercicios de cardio en días alternos durante estas navidades. Te sentirás más ligera y sobre todo, ¡quemarás calorías! Que, antes que ponerse a dieta mientras toda tu familia se pone las botas comiendo gambón, es mejor opción, ¿verdad?

No a los ayunos innecesarios

No cenar o cenar solo fruta los días que no tienes cena especial de Navidad, es un error. Puedes, eso sí, optar por cosas más ligeras, pero jamás te saltes la cena. Eso hará que tu cuerpo tire de reservas, que sientas más ansiedad de cara a la siguiente comida que realices y que, además, tu organismo decida guardar nutrientes (y sobre todo, calorías) de más, por si vuelves a estar muchas horas sin llevarte nada a la boca. Al final, no comer o no comer lo suficiente podrá causar el efecto contrario que estás buscando. ¡No lo hagas!

Camina media hora al día

Caminar unos 30 minutos al día puede ser la solución para sentirte más ligera estas Navidades, para despejar la mente entre villancico y villancico y sobre todo, para mantenerte activa.

Agua con limón antes de desayunar

Esta puede ser la solución a las molestias de estómago debido a las comidas y cenas pesadas. Si cada día, antes de desayunar, bebes un vaso de agua tibia con limón, despertarás tu organismo, reforzarás tu sistema inmunológico y protegerás tu estómago de todo lo que está por venir. ¡Tenlo en cuenta!

Détox entre cena y cena

Desde que termine la comida de Navidad hasta que llegue la cena de Nochevieja, intenta llevar a cabo algún plan détox que te ayude a depurar toxinas. Además, sería conveniente que ingirieras alimentos ricos en antioxidantes (tomate, naranjas). Después de las fiestas, si planificas una dieta depurativa, ¡tómatelo con calma! No intentes mantener el ritmo de tu día a día al 100% si no vas a alimentarte al 100% y, por tanto, no vas a estar al 100%.