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¿Tu pelo también necesita rutinas antiedad?

Puede que nunca te lo hayas planteado, pero… ¿Sabías que el estado de tu cabello puede darte varias pistas sobre el estado de salud en general? ¿Y que los primeros signos del envejecimiento no se notan sólo en las primeras arruguitas, sino también en tu propio pelo? ¡Y que conste que no lo decimos por las canas! Puedes notar que tu cabello ha empezado a envejecer por la pérdida de densidad y brillo, el encrespamiento debido a la sequedad o la caída más intensa. Y es que, si aplicas una rutina de belleza antiedad en el rostro, ¿por qué no llevas a cabo otras medidas preventivas en tu melena? ¡Hoy te contamos cómo conseguirlo!

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Lo que no debes hacer:

Hay una serie de mandamientos básicos que tienes que empezar a llevar a cabo si no quieres que el estado de tu cabello revele los signos de la edad y el paso del tiempo. Te ponemos varios ejemplos:

1. Abusar del tinte: los agentes del tinte causan daños en al cutícula, avejentándola. Así que, si puedes, utiliza tintes sin amoniaco y con los ingredientes más orgánicos posibles, y procura teñirte una vez cada 2 meses.

2. Hacerte peinados muy tirantes: los peinados que acumulan demasiada tensión en la cabeza pueden provocar, además de dolorosas molestias, que el pelo se debilite y se rompa con más facilidad. No sería la primera vez que, al quitarte una coleta tirante que has llevado durante todo el día, te duele la cabeza y algún que otro pelo se rompe cuando retiras la goma, ¿verdad? ¡Utiliza para este tipo de peinados un coletero que no se enrede con el pelo ni lo rompa al retirarse!

3, Abusar de las herramientas térmicas: el uso excesivo de planchas, secadores o tenacillas puede hacer que el pelo se seque y se vuelva más quebracizo. Si no puedes evitar utilizar este tipo de herramientas, te recomendamos que utilices un protectore térmico. Y, si tienes el cabello fino o delicado, procura que esté en contacto con el calor el menor tiempo posible.

Lo que debes hacer:

1. Sanear a menudo: llevando a cabo cortes frecuentes, consigues que la parte del cabello más dañada con el paso del tiempo (las puntas), se debilite y se parta.

2. Nutrir el cabello: utilizar cualquier tipo de aceite puede ser una muy buena opción para hidratar el cabello y además, fomentar su oxigenación, devolviéndole el brillo y la suavidad.

3. Cepíllate por la mañana y por la noche: y si puede ser, con un cepillo de cerdas naturales, así no dañarás ni las cutículas ni el cuero cabelludo.

4. Come proteínas: este tipo de nutrientes presentes en la carne, en el pescado o en los huevos, contribuyen a mejorar el estado natural de la queratina del cabello.

 

Anesi
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