Dietas: 5 tips contra el efecto rebote

Si ponerse a régimen fuera tan fácil como mantener una dieta más o menos sana durante unos días, perder los kilos que nos sobran y olvidarnos de ellos para siempre, todo el mundo conseguiría tener el peso deseado a la primera. Sin embargo, todas sabemos que no es tan sencillo. Primero, la fuerza de voluntad; segundo, el ejercicio y tercero, conseguir perder lo que nos hemos propuesto como objetivo. ¿Y después de lidiar con todo ello? Ahí está, el temido efecto rebote. Has escuchado hablar de él porque, la mayoría de personas que hacen un régimen, vuelven a coger el peso perdido (parcial o totalmente) después de todo el esfuerzo. Esto provoca la desmotivación y la frustración a la hora de oír hablar de dietas, pero… ¿Puede remediarse el efecto rebote? ¡Te lo contamos en nuestro post de hoy!
Tiempo al tiempo
Para empezar, despídete de las dietas milagros que prometen que vas a perder, de forma express, el peso que deberías perder en varios meses. Este tipo de dietas es una de las más recurrentes y por ello, también es causa de mucha frustración, ya que casi todos los kilos que hayas conseguido perder durante este tiempo, volverán después. ¿El problema? Que no has asentado los hábitos suficientes en tu cuerpo ni has acostumbrado a tu organismo a tu nueva forma de alimentarte o a tu nueva rutina de ejercicio.
Bajo control
Las dietas más efectivas son aquellas que nos proponen bajar la cantidad de carbohidratos que ingerimos. Esto no quiere decir que tengas que limitarlos al extremo, pero sí que debes reducirlos, a la vez que aumentas la ingesta de proteínas, para sentirte saciada. Además, si realizas ejercicio, este equilibrio entre proteínas y carbohidratos te ayudará a ganar tono muscular y a conseguir que, ante todo, tu dieta resulte saludable. Una vez que habitúes al cuerpo al nuevo ritmo, será mucho más difícil que vuelvas a coger los kilos que tanto te ha costado coger.
Grasas buenas
Tras la dieta, alíate con las ya famosas «grasas saudables» o «grasas buenas» como el Omega-3, presente, por ejemplo, en el aceite de oliva e imprescindible para que nuestra alimentación sea correcta. Si, una vez hayas conseguido perder los kilos que te marcaste como objetivo, lo utilizas para elaborar los platos que cocines, reducirás mucho las probabilidades de que surja el efecto rebote.
¡Mucha energía!
El alto contenido en fibra y los nutrientes que tienen vegetales, frutas, verduras o frutos secos, consiguen aportarnos energía a lo largo del día, pero también son ideales para picar entre horas. Si, después de tu dieta, te cuesta mantener a raya el hambre entre comida y comida, ¡recurre a ellos! Conseguirás un plus de energía y además no te entrarán ganas de comer lo primero que se te pase por la cabeza. Si además, comes varias raciones de fruta al día, ¡mucho mejor! Si te resulta incómodo o aburrido, ¡no tienes excusa! Los smoothies y los zumos son la mejor alternativa.
Continúa tu rutina de ejercicio
Uno de los errores más frecuentes es, una vez despedidos los kilos de más, dejarse llevar por el sedentarismo o la rutina y parar de golpe con una rutina de ejercicio que, durante el tiempo que duró el régimen, había funcionado muy bien. ¡No pierdas el hábito de moverte cada día! Es fundamental para mantener el buen tono de los músculos y para mantener a raya las calorías.
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