Vuelta al gimnasio: 5 tips para recuperar tu rutina

Ya sabes lo que dicen: septiembre es otra especie de Año Nuevo. De hecho, para muchas personas esta época es crucial para marcarse nuevos objetivos, propósitos saludables y objetivos que cumplir. Es cierto: aún nos quedan algunos resquicios del verano, pero seamos realistas: el otoño terminará llegando. Si ya le tienes ganas al otoño y has afrontado la rentrée con el firme propósito de volver a darlo todo al gimnasio, éste es tu post: te contamos cómo recuperar tu rutina fit sin morir (ni deprimirte) en el intento. ¡Atenta!
Take it easy!
Por muchas ganas con las que lo cojas, recuerda: el gimnasio es una carrera de fondo, no de velocidad. Es mejor no estar a tope los primeros días e ir incrementando la carga de trabajo y el tiempo y la variedad de los entrenos poco a poco, que empezar apuntada a todas las clases de spinning que haya disponibles y no ir a ninguna por sucumbir a tu peor enemiga en este momento: la pereza. ¡Tómatelo con calma! Primero porque es posible que hayas perdido parte de la forma física (o directamente, porque si es la primera vez que vas al gimnasio, te cueste ponerte al día al principio) y segundo, por salud mental. ¡Cero agobios! Si te obligas a estar a tope desde el día 1, tu mente relacionará el gym con algo negativo. Así que, recuerda: poco a poco y con filosofía.
Motívate
Si más que en volver al gimnasio estás pensando en lo bien que estabas tú hace unas semanas en la playa, con un daiquiri en una mano y el protector solar en otra, está claro: NECESITAS MOTIVACIÓN. Una forma adecuada de conseguir el ánimo necesario es tener siempre en mente todos los aspectos positivos que tiene una vida saludable o lo bien que sueles sentirte tras realizar actividad física. Cuando tengas esa sensación tan satisfactoria en la cabeza, ¡deja de pensar! Sólo empieza. ¿Otro truco que seguro hace que tengas unas ganas locas de volver a entrenar? ¡Irte de compras! Sí, has leído bien: estrenar zapatillas o ropa deportiva nueva es un plus a la hora de conseguir un puntito de motivación extra.
Prioriza
Una buena forma de volver al gimnasio es tener tus prioridades claras. Si lo que quieres es quemar calorías, lo mejor es que priorices el cardio frente a cuaquier otra rutina. Empieza primero con un cardio ligero y después, ve intensificando el ritmo. Además de quemar calorías, ¡sudarás la camiseta! Lo que te ayudará a mantenerte motivada al ver que el entrenamiento sirve para algo (por no hablar de la cantidad de toxinas que vas a eliminar, ¡todo ventajas!).
Define tu objetivo
Recuerda, además, definir un objetivo concreto (perder peso, tonificar, mejorar tu resistencia o potenciar la flexibilidad). Sea cual sea tu objetivo: márcalo como lo más importante de tu vuelta a la rutina. Y si puedes, intenta ponerle una «fecha de caducidad» (fecha en la que, en teoría, consiguiendo una rutina de entreno, podrías conseguir tu objetivo). Pero recuerda: márcate objetivos realistas que consigan motivarte. Si tus propósitos son demasiado ambiciosos (o imposibles), es probable que termines frustrándote antes de empezar.
Equilibra tu alimentación
Y precísamente se trata de eso: de equilibrar lo que comes e intentar, sobre todo, llevar una alimentación más sana. ¿Por qué esto es importantísimo? Porque si a lo que cuesta volver a la rutina de entrenamiento le sumas una dieta que necesite parte de tu fuerza de voluntad, más la vuelta al trabajo y la depresión postvacacional… ¡Seguro que lo dejas todo al segundo día! Así que empieza por intentar hacer 5 comidas (lo más equilibradas y sanas posible) al día, pero no te obsesiones: ya llegará la hora de la dieta cuando hayas recuperado parte de tus hábitos tras las vacaciones.
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