No falla: media tarde, acabas de salir de trabajar, llevas sin probar bocado desde la hora del almuerzo y esos nuevos zapatos te están matando. Tienes ganas de llegar a casa y tumbarte, pero… ¡antes te comerías algo de chocolate! Pero antes de comprar el pertinente dulce en la primera tienda con la que te cruces, piensa: ¿por qué tu cuerpo te está pidiendo el chocolate? ¿Por qué tienes tantas ganas de dulce cada día a la misma hora? Los antojos son complicados de llevar, sobre todo cuando nos empujan a comer para luego sentirnos culpables… Sin embargo, hay que saber que cuando nuestro cuerpo tiene antojo de ciertos alimentos, ¡lo que busca son verdaderos nutrientes! Sobre todo si hace muchas horas que no comes o si sientes el cansancio de todo el día pesándote sobre los hombros. ¿Sabías que puedes cubrir esa necesidad de chocolate con otras alternativas sanas? ¡Presta atención! Te contamos cómo:

Si tu cuerpo pide… chocolate

Cuando el cuerpo te pide chocolate, lo que en realidad está manifestando es una necesidad de magnesio y una bajada de la llamada «hormona de la felicidad» o serotonina, que puede deberse al cansancio de todo el día. Por otro lado, son muchos los expertos en nutrición que señalan que más del 80% de población carece de los niveles adecuados de magnesio en su dieta. Para suplir esta carencia y librarte del antojo de chocolate, te recomendamos una alternativa healthy con frutos secos como las nueces. Y recuerda, un poquito de chocolate no es malo (es muy rico en antioxidantes), pero eso sí: es mejor comer del chocolate más puro (a partir de un 75% de cacao), para librarnos de todo el contenido en azúcares.

Si tu cuerpo pide… dulce en general

Si lo que el cuerpo te pide son dulces y te da igual si son bollos, pasteles o cualquier otro «regalito», podría significar que estás experimentando cambios en los niveles de azúcar y que necesitas fósforo o triptófano, entre otros nutrientes. Para suplir esta necesidad te recomendamos comer fruta fresca, frutos secos, arándanos o pasas. ¡Seguro que notas la diferencia!

Si tu cuerpo pide… pasta y otros carbohidratos

La necesidad de comer pasta o pan, entre otros carbohidratos, se debe a una falta de nitrógeno y a un descenso en los niveles de energía del cuerpo. Alimentos ricos en proteínas como las semillas, los frutos secos o las legumbres, pueden suplir esta necesidad. Lo mejor, es que limites el consumo de pasta a dos veces por semana e intentes regular la ingesta de hidratos.

Si tu cuerpo pide… alimentos fritos

A veces tenemos antojo de patatas fritas o de alimentos rebozados y bien fritos en aceite. Normalmente, este antojo suele significar una necesidad de calcio en nuestro organismo. Las verduras de hoja verde pueden ayudar a calmar este capricho, por lo que si tienes muchas ganas de alimentos fritos, prepara una buena ensañada con espinacas crudas… ¡Seguro que te sacian igual y es una alternativa mucho más sana!

Si tu cuerpo pide… salado

Si te mueres por una bolsa de palomitas o por un rico perrito caliente, indica que necesitas energía y aliviar el estrés, además de que puedes necesitar cloruro. Intenta llevar a cabo actividades que contribuyan a tu relajación, como ejercicios de respiración o meditación. Además, intenta consumir alimentos como pescados y añade a tus ensaladas sal marina sin refinar.

Cuando nuestro cuerpo tiene antojo de ciertos alimentos, lo que en realidad necesita son ciertos nutrientes. ¡Aprende a distinguir y a diferenciar sus señales y tus sensaciones!

Si tu cuerpo pide… carne roja

Los antojos de carne roja (ahora sabrás por qué esas ganas repentinas de una hamburguesa) demuestran una deficiencia de hierro. Normalmente, este antojo se relaciona con los ciclos menstruales, ya que en «esos días» los niveles de hierro en sangre suelen bajar de manera importante. Si bien es bueno tomar carne dos veces por semana, es importante que tengas en cuenta que alimentos como las legumbres o los higos también son muy ricos en este nutriente.

Si tu cuerpo te pide… comida sin tener hambre

La mayoría de los antojos, como hemos visto, pueden ser señales de que nuestro cuerpo necesita nutrientes. Además, es muy común tener sensación de hambre sin tenerla en realidad, porque muchas veces no nos hidratamos cómo deberíamos. Así que confundimos la sensación de deshidratación/sez con la de hambre y entonces comemos. Cuando tengas esas ganas de comer, toma agua y espera unos 15 o 20 minutos a ver cómo reacciona tu cuerpo. Si sigues teniendo hambre, es hora de comer o de un snack saludable.

Así que recuerda, sean cuales sean tus antojos, ¡bebe mucha agua! Es sanísima, cero calórica y muy necesaria para nuestro organismo.